El surtido de verduras y frutas en verano llena de color nuestras cocinas y nuestras mesas. Comida sana, de proximidad y muy sencilla de preparar. Dejamos atrás los largos cocinados de los meses de frío y nos descantamos por ensaladas, sopas frías, gazpachos…
Platos que entran por los ojos, con el colorido de las verduras y frutas de temporada y la ventaja de que se preparan en un visto y no visto y son ricos en nutrientes.
A continuación, te recomendamos una receta facilísima que puedes incorporar a tu menú diario y que su elaboración no te robará tiempo para ir a la playa o a la piscina.
Este plato, de origen sirio-libanés y origen milenario, se elabora casi sin cocción. Todos los ingredientes se incorporan al plato en crudo, excepto la sémola de trigo, que necesita una rápida cocción.
Para elaborar esta receta para dos personas necesitarás ¼ sémola de trigo, 200gr de queso fresco, 1 tomate, 1 pimiento verde y ½ pimiento rojo, 1 pepino, ½ cebolla , zumo de limón, perejil, aceite de oliva virgen extra, pimienta y sal.
Su elaboración pasa por cocer la sémola e incorporarla a un bol junto con todas las verduras que han sido picadas previamente en el vaso picador de la batidora. Su tamaño debe ser poco más que el de un grano de sémola, evitando que se forme un puré. A continuación, cortamos en dados el queso y añadimos el perejil.
Cuando vayamos a servir aliñar con el limón, AOVE, sal y pimienta.
Lo ideal es dejarlo atemperar en la nevera para que se integren aromas y sabores.
¡Ya lo tienes! Solo falta poner la mesa y servirte una copa de Los Molinos airén-verdejo. Un vino blanco fresco, con aromas a hinojo, heno y frutas tropicales. Ideal para despertar los aromas del plato y preparar el paladar para disfrutar el queso fresco.
En verano, que el calor y las prisas no te impidan disfrutar de un menú diario sano y refrescante.
